En un principio, el nombre de América se usó para referirse a todo el continente. En español, esto sigue siendo así, pero en otros idiomas el término cambió de significado y ahora hace referencia exclusivamente a Estados Unidos. ¿Qué provocó este cambio?
Durante el proceso de independencia de las colonias inglesas en América, se usaron distintos nombres para perfilar esta región como una entidad independiente del Imperio Británico. Nombres como “la Unión de Colonias” o “la Unión Perpetua”, comenzaron a usarse. También el término “Columbia” que, aunque Cristobal Colón nunca puso pie en estas tierras, les permitía establecer una distancia con el Imperio Inglés. Con esta intención, el King’s College de Nueva York cambió su nombre a Columbia College, y el Distrito de Columbia se convirtió en la nueva capital. Las canciones patrióticas más populares del siglo XIX eran “Columbia”, “Hail, Columbia,” y “Columbia, Gem of the Ocean”. El nombre de América para referirse a esta nueva nación tampoco aparece en la composición “The Star-Spangled Banner”, que es ahora el himno nacional.
En ese entonces, el término “América” en inglés, todavía designaba a todo el continente, pero esto cambió en 1898 con la guerra contra España, cuando EUA sumó a su territorio las islas de Puerto Rico, Guam y las Filipinas. A pesar de que llevaba casi un siglo expandiéndose, la incorporación de estas tierras era algo distinto. Hasta ese momento, habían anexado un extenso territorio que, en tan solo 8 años, aumentó sus dimensiones en un 69%, y aunque en estas tierras habitaban personas no blancas, eran una minoría que representaba tan solo el 1.5% de la población total.
De hecho, la importancia de conservar el predominio de la raza caucásica, fue lo que disuadió a muchos de seguir extendiéndose hacia territorio mexicano. Hasta entonces, el principio republicano de igualdad y la idea de supremacía blanca, juntas, habían perdurado por el cuidado que habían tenido de solo expandirse sobre tierras que no rompieran con este equilibrio. Sin embargo, las islas recién incorporadas estaban más densamente pobladas, y esto desestabilizó las cosas.
El republicanismo, la idea de supremacía blanca y la expansión territorial en ultramar no podían coexistir. Había que renunciar a uno de estos tres principios. Aquellos a favor de la expansión, estuvieron dispuestos a abandonar el republicanismo y con esta nueva postura imperialista, consideraron que el nombre de “Estados Unidos” no era adecuado. Ya no se trataba de una república, tampoco era una unión voluntaria: ahora contaban con colonias.
Se propusieron nuevos nombres: Imperial America, the Greater Republic, the Greater United States. En la década que siguió a 1898, se publicaron siete libros que incluían el nombre de “Greater America”. Usar el término “América” a secas, resolvía el problema. El presidente McKinley, que ocupaba el poder en ese momento, en sus discursos públicos nunca se refirió a EUA como “América”, pero esto cambio con su sucesor, Teddy Roosevelt, que desde su primer informe de gobierno usó este nombre de manera frecuente, y los presidentes que han gobernado desde entonces han seguido su ejemplo.
Como estudiante de español, es importante tener en cuenta que este fenómeno no modificó el significado que el nombre de “América” tiene en este idioma. En español, lo seguimos usando para referirnos al todo el continente. Ser consciente de estas diferencias lingüísticas y culturales es indispensable para entablar buenas relaciones con mexicanos.
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